May 4, 2022
January 29, 2025
Como empresa de tecnología en la industria logística, en Nuvocargo sabemos que la gestión de las personas involucradas en el proceso de desarrollo de producto no es tarea fácil. Liderar sin autoridad es una manera convencional de trabajar que da libertad de llevar a cabo tareas a la vez de que asegura el cumplimiento de ellas, y es una habilidad clave para los product managers. Sin embargo, para poder aprender esta habilidad, primero es necesario entender quienes son los stakeholders, cómo se gestionan, cuáles son las responsabilidades de un gerente de producto en el proceso de una iniciativa, y cuáles son errores que frecuentemente ocurren en la gestión de stakeholders. A continuación te simplificamos este proceso de gestión para que lo puedas entender de manera aterrizada:
Los Stakeholders son las partes que están interesadas en que un proyecto sea exitoso, y cada una de las partes tiene diferentes niveles de poder e interés. Es por eso que hay que preguntarse quién tiene el poder para lograr que una iniciativa suceda, y quién tiene el interés. Algunos ejemplos de stakeholders son:
Estos stakeholders se pueden distribuir en un eje de 4 por 4 donde los valores del axis son poder e interés, y dependiendo de la posición que tomen en el eje, puedes determinar el tipo de interacción y comunicación que debes tener con ellos. Parte de este ejercicio también conlleva reconocer que con cada parte interesada debes de tener un punto de comunicación.
En el proceso de desarrollar un producto, las funciones principales de un gerente de producto son:
La gestión de stakeholders trata de generar y manejar las expectativas correctas de lo que se está haciendo y lo que sigue. Para poder gestionar exitosamente es necesario tener empatía y ofrecer comunicación constante. Por un lado, la empatía requiere saber y entender las necesidades de la otra persona, sus prioridades, los objetivos que tenemos en común con ellos, y tener en mente los objetivos en los que diferimos o cosas en las que tenemos puntos de vista diferentes que pueden afectar los objetivos del proyecto. Por otro lado, la comunicación constante trata de informarles lo que está pasando, y obtener retroalimentación continua si tienen más poder o interés.
Es necesario enfocar y priorizar a las partes interesadas que tienen más poder e interés, y hablar con ellos sobre las expectativas y sus responsabilidades. Por ejemplo, un fundador de empresa generalmente tiene mucho poder e interés, por lo que debes estar en constante comunicación para que sepa cuales son los problemas principales, el contexto, y lo que está sucediendo con la iniciativa. Además, debes generar sistemas para que el equipo pueda estructurar la retroalimentación ya sea de stakeholders, clientes, etc. Con líderes de otras funciones que tienen poder pero menor interés hay que tener puntos de interacción para mantenerlos informados y ver cómo están percibiendo el proyecto. Las personas que tienen mayor interés y menor poder, como los equipos de desarrollo de producto, necesitan tener clara la dirección y los motivos por los cuales se están haciendo las cosas para así empoderarlos a tomar decisiones e iterar tomando los objetivos en cuenta. Cada miembro del equipo necesita tener claro cómo se van a medir los resultados para saber si se está llegando a los resultados deseados. Con stakeholders externos que sólo manejan algo de interés, hay que comunicar el contexto, cómo estás administrando tu tiempo y tus prioridades como product manager.
Hay ciertos errores que suelen suceder durante la gestión de stakeholders y que queremos ayudarte a evitar ofreciendo soluciones. Éstos son:
Una vez que este proceso se va aplicando de un proyecto a otro, se convierte en un desarrollo de producto más ágil y estructurado. Hay que recordar que esto es un proceso que irá evolucionando, y que lo más importante es aprender, y no necesariamente siempre estar en lo correcto. Si quieres saber más sobre stakeholder management y cómo aplicarlo en la práctica, ¡no te pierdas este podcast con nuestra directora de producto, Anaid Chacón!