March 19, 2024
January 29, 2025
México y EUA son vecinos directos, y por primera vez en 20 años, se han convertido en los mayores socios comerciales en exportaciones e importaciones. Cada año, más de 9 millones de camiones cruzan la frontera entre estos dos países, y con las más de 450 inversiones en nearshoring anunciadas para comenzar en 2025, se espera que está cantidad aumente. Este nivel de interconectividad puede hacer creer que la simpleza gobierna todos los procesos relacionados con el transporte de carga de un país a otro, pero no es así; de hecho, puede haber entre 10 y 15 partes involucradas en cada transacción transfronteriza.
A pesar de su complejidad, la cual requiere de comunicación constante y sortear diferentes requisitos aduanales y reglamentarios, esta ruta comercial ha demostrado gran elasticidad y potencial de crecimiento. Según el Boston Consulting Group, la relación entre EUA y México ha florecido y se pronostica que aumente en 300 mil millones de dólares en la próxima década. Esta impresionante trayectoria de crecimiento está impulsada principalmente por una sinergia de factores geopolíticos y logísticos que surgieron y se fortalecieron durante la pandemia, y siguen siendo relevantes a día de hoy.
Antes de la pandemia, el orden del comercio mundial significaba tener cadenas de suministro extendidas que dependían en gran medida de la destreza manufacturera de China; hoy, en 2024, hay un claro cambio hacia un nuevo orden: el creciente protagonismo de los bloques comerciales liderados por Norteamérica, con empresas centradas en trasladar la producción más cerca a sus usuarios finales.
La necesidad de este cambio comenzó con la comprensión de que las cadenas de suministro mundiales existentes carecían de resiliencia y flexibilidad, especialmente cuando los costos de los envíos marítimos se triplicaron durante 2021 y sólo comenzaron a estabilizarse a finales de 2023. Reconocer la necesidad de enfoques regionales para los productos finales, en lugar de depender excesivamente de un solo país para la producción, se ha convertido en algo primordial. Kasey Phillips, directora gerente de BCG, destaca este reto: "Una de las cuestiones clave es si las empresas pueden desarrollar una cadena de valor más amplia que vaya más allá de la mera fabricación del producto final."
Con el tratado USMCA, la administración de Biden ha adoptado nuevas políticas industriales en EUA, con legislaciones que fomentan la inversión directa en industrias estratégicas como los semiconductores, manufactura, producción de energías renovables, infraestructura de vehículos eléctricos y tecnología de baterías.
El efecto neto de estas medidas es atraer de nuevo la inversión a Estados Unidos, especialmente en industrias consideradas críticas para la seguridad nacional, como los chips de computación. La Ley de Reducción de la Inflación, por ejemplo, va más allá de los conocidos incentivos "Buy American" para abarcar un enfoque "Buy North American", como la ampliación del crédito de 7.500 dólares para compradores de vehículos eléctricos con trenes motrices o tecnología de baterías fabricados en EUA, Canadá o México, lo que destaca la importancia de los bloques comerciales.
El creciente énfasis en la resiliencia a través de la diversificación de los mercados mundiales y las cadenas de suministro se traducirá en una caída continua del comercio entre China y Estados Unidos, a medida que las empresas busquen socios comerciales y lugares de fabricación para reequilibrar su exposición al riesgo. En 2023, los bienes importados de México (475.606,7 millones de USD) representaron el 15,4% de las importaciones totales de Estados Unidos, mientras que los bienes chinos (427.229,2 millones de USD) cubrieron el 13,9%. Al examinar las exportaciones de EUA a otros países, México representó el 16,0% del total, superando significativamente la cuota de China del 7,3%.
Al adentrarnos en el cambiante panorama del comercio entre Estados Unidos y México, marcado por los cambios globales y la tendencia al nearshoring, es fundamental comprender el delicado equilibrio de intereses entre empresas y transportistas. Cada parte desempeña un papel fundamental en la cadena de suministro, con necesidades y expectativas específicas que deben cumplirse para garantizar una relación comercial fructífera.
Nuvocargo se sitúa en la intersección entre empresas y transportistas, creando tecnología, equipos y procesos para agilizar sus operaciones y eficientar su experiencia.
"Uno de los principales retos de la logística es garantizar que todas las partes dispongan de información completa y correcta siempre que la necesiten. La tecnología nos permite consolidar la data relevante para todos los involucrados; esto no solo nos ayuda a mejorar la coordinación y a reducir los tiempos muertos, sino que también abre el camino para el conocimiento de la data y la automatización de tareas, lo que impulsa eficiencias que permiten tiempos de tránsito más rápidos a un menor costo, lo que se traduce en tarifas competitivas para nuestros empresas." - Luis García, Head of Marketplace de Nuvocargo.
Pensando en el futuro, estimamos que el desequilibrio comercial entre ambos países se estrechará aún más con la llegada del nearshoring. La resiliencia en las cadenas de suministro será imperativa a medida que estos proyectos se finalicen, viendo un pico mucho mayor en dos o tres años. Aun así, las empresas pueden construir cadenas de suministro más resistentes y menos arriesgadas mediante el uso de almacenamiento, generando alianzas con socios de confianza y creando estrategias de transporte dedicadas cuando se trate del movimiento de cargas entre EUA y México.
Luis García espera que para hacer frente a la creciente presión del tráfico en la frontera, todas las partes implicadas (empresas, transportistas, agentes aduanales y autoridades gubernamentales, entre otros) adopten en mayor medida la información digitalizada y gestionen de forma más eficiente las crecientes necesidades del mercado, mediante una comunicación asertiva.. Por último, se espera que el desequilibrio comercial se acentúe, aumentando la diferencia entre los movimientos hacia el norte y hacia el sur. Las empresas que ofrezcan experiencias de carga y descarga fluidas, transporte en ambas direcciones tendrán una ventaja en su capacidad de cubrir su demanda, mientras que los transportistas buscarán activamente la demanda hacia el sur para mejorar la utilización de sus activos.